EL DIABLO RESIDE EN  AMITYVILLE

Era una fría mañana del 14 de noviembre de 1974, el terror y el misterio real aparecía en Amityville, pequeña localidad de veraneo situada en Long Island, en el estado de Nueva York, amaneció estremecida por la macabra y real noticia del asesinato a sangre fría de seis miembros de una familia. A las 03:15 horas de la madrugada, el joven Ronald DeFeo de 23 años de edad, armado con una escopeta Martín de calibre 35, había masacrado, mientras dormían, a todos los miembros de la familia (padre, madre, dos hermanos y dos hermanas), en el interior de su propio hogar situado en el número 112 de Ocean Avenue.

amityville

 

Según el informe oficial de los investigadores: “Los crímenes presentaban extrañas peculiaridades que indicaban rasgos sádicos solo explicables en una mente enfermiza. La familia había sido drogada en la noche, lo que permitió al asesino que sus víctimas cayeran en un profundo sueño. Todos dormían boca abajo, con las cabezas apoyadas sobre los brazos cruzados. Todos habían sido acribillados con un arma potentísima, por la espalda, excepto la madre, a la que destrozo la cabeza de varios disparos”.

 

¿COMO COMIENZA TODO?

Poco después conoceríamos la verdadera historia del terror y misterio real  que residía en Amityville comienza días después, el 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese día, la familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz, se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, grande y de elegante arquitectura, estaba en venta a un precio excepcionalmente barato (80.000 dólares) , y los Lutz decidieron ignorar los violentos hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque solamente pudieron ocuparlo unos pocos días debido a los extraños fenómenos que sucedían. Inmediatamente después de  que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas empezaron a sentir una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte y amenazadora cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin causa aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.

Kathy Lutz comento que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, sobre todo en las habitaciones, y que una vez vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. Kathy, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran  su familia.

La terrorífica entidad que habitaba la casa trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus habitantes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido contar, enpezo z imaginar que residian en la guarida del demonio.

A los pocos días de habitar el lugar, la pareja se convenció de que la casa estaba endemoniada  y recurrió al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ MUERETE!!! ¡¡¡VETE  DE AQUÍ!!! Según los relatos del momento, cuando el sacerdote entró en la casa, el ambiente se llenó de un olor inmundo y una nube de moscas invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado.

La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George notaba presencias extrañas también, e incluso le daba terror abrir los grifos pues sabía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso y atraparle. La locura se hacía dueña y la desconfianza en los miembros de la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba transformando en una bruja pues, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo, y él, se obsesionó con cortar leña. Toda la familia se despertaba todas las noches, siempre a las 3.15 de la madrugada. Tras  menos de un mes viviendo allí, los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa la maldición de la leyenda de Amityville.

LA OTRA HISTORIA

Aunque su abogado defensor alegó enfermedad mental, Ronald DeFeo fue considerado culpable de asesinato premeditado y condenado a veinticinco años de cárcel por cada uno de sus terribles asesinatos. Pero aquí no termina la historia de la casa de Amityville. Aún no se habían acallado los ecos de los terribles asesinatos, cuando se pusieron en marcha los engranajes de otra historia que apareció en los más importantes medios de comunicación de todo el mundo, y que sería conocida como Las 28 noches de terror en Amityville. Dicha historia, fue plasmada en el año 1977 por el escritor norteamericano Jay Anson, en la novela The Amityville Horror: A true story (El horror de Amityville: Una historia real), que logro un gran éxito de ventas. Dos años después (1979), dirigida por Stuart Rossenberg, la novela fue llevada al cine con el título de Terror en Amityville, recaudando más de ochenta millones de dólares.   

EL ACUERDO SINIESTRO

George Lutz y William Weber, abogado defensor de Ronald DeFeo se conocían de tiempo atrás. Los Lutz se habían casado recientemente y no pasaban por una situación económica demasiado boyante. Por tanto, el matrimonio y William Weber se ponen de acuerdo para hacer creer a la opinión pública que Ronald DeFeo asesinó a su familia bajo la influencia de las misteriosas fuerzas maléficas que infectaban la casa. De este modo, si demostraban que la casa estaba habitada por dichas fuerzas, el abogado podría argumentar una defensa mucho más sólida. Seguidamente, los Lutz contactan con la inmobiliaria y compran la casa. Más tarde se descubre que el matrimonio Lutz y Weber, mantienen varias reuniones con el escritor de novelas policíacas Paul Hoffman para escribir un libro sobre los falsos hechos acaecidos en la casa. También se sabe, que de los beneficios de las ventas de dicha novela, los Lutz recibirían el 24%. Jay Anson, el autor de la primera novela sobre los falsos sucesos de Amityville, murió a principios de los ochenta de un ataque al corazón, mientras terminaba de escribir su segundo libro, 666, dedicado al demonio. Tenía 59 años. Kathy Lutz falleció en el año 2004 a causa de un enfisema. Su ex marido George Lutz, llevaban varios años separados, murió de un infarto en el año 2006. Ambos también tenían 59 años de edad.

El terror y misterio real estaban en Amityville, la guarida del demonio