Saludos cordiales a todos los gipeadictos.
En primer lugar me gustaría agradecerle a Ito su esfuerzo y dedicación sin el cual este blog llevaría mucho tiempo inactivo. Gracias a ese esfuerzo ha conseguido que éste espacio sea cada vez más visitado, como bien señala él mismo en entradas anteriores. A veces resulta farragoso dedicarle un tiempo de tus tareas cotidianas a la confección de un blog, sin embargo Ito encuentra ese tiempo y consigue redactar unas entradas amenas, bien documentadas e instructivas. Nuevamente gracias.
En esta entrada comentaré la salida que hizo una pequeña representación del gipe formada por Enri, Sergio, Diana y Rober, en la que pudimos observar el cielo nocturno como nunca antes lo habíamos hecho.
La noche en concreto fue la del 18 de junio , los oficiantes de la ceremonia fueron la Agrupación Astronómica de la Rioja y el lugar el parque natural de los Sotos de Alfaro a orillas del río Ebro. El evento estaba programado para las diez de la noche pero nosotros por causas extragiperianas no pudimos llegar hasta las doce, con lo cual nos perdimos buena parte de la actividad. Sin embargo el rato que pasamos allí fue de los más edificante.
Antes de partir a Alfaro desde Logroño, nos asaltaron las dudas sobre lo conveniente de la salida debido a la creciente nubosidad en el cielo riojano y por tanto la posible suspensión del acto, pero una vez allí el cielo se nos mostró limpio de toda nube. Una vez en Alfaro tardamos unos minutos en encontrar el sitio exacto del punto de observación debido a unas cuantas bifurcaciones de caminos rurales que componen el parque natural. Finalmente dimos con el emplazamiento y nos sumamos al grupo de personas que había para disfrutar de la observación.
Lo primero que pudimos visionar mediante los dos potentes telescopios de 500 aumentos allí instalados fue la nebulosa en forma de anillo de la Lyra. A continuación observamos el planeta Saturno en todo su esplendor, pudiéndose ver claramente sus famosos anillos e incluso Titán, su satélite más grande. Como apunte diría que la visión mediante telescopio no ofrece la tridimensionalidad que nuestros ojos nos proporcionan, por lo que el objeto observado tiene una apariencia plana. Éste pequeño inconveniente no ocurre con unos simples prismáticos pero lógicamente la potencia de éstos es mucho menor. Lo pudimos comprobar gracias a Enri que se trajo unos prismáticos y que nos ilustró sobre las diferencias de tridimensionalidad entre telescopio y prismáticos. Por último, los telescopios apuntaron a La Luna. Impresiona ver con detalle la maltrecha que está su superficie debido a los numerosos impactos de meteoritos.
Al terminar la actividad y de vuelta al coche, pudimos ver en el cielo la Estación Espacial Internacional en su órbita alrededor de La Tierra. Se podía observar a simple vista ya que es uno de los objetos más brillantes del firmamento y su velocidad es uniforme.
Para aquel que desee asistir a éste acto aún tiene una nueva ocasión el día 27 de agosto a las diez de la noche en la misma ubicación.
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